
Obviamente por su abundante pelaje sufre del calor así que sus caminatas las hacemos cuando el día se está acabando y ella feliz espera hasta esa hora.
Amistosa de corazón se deja querer por todas las personas que se le acercan para saludarla, hacerle cariño o simplemente para felicitar por su blanco impecable y belleza. Ella feliz, obvio.
En el departamento donde vive se porta increíble y es educadísima, un ejemplo a seguir...
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